LA MALA CLASE del sistema educacional chileno
Suena fuerte una canción de Nirvana
apenas levantado el telón, cuatro estudiantes se encuentran en la sala de
profesores esperando ser evaluados por la profesora de historia, la finalidad,
salir airosos de cuarto medio. Los cuatro jóvenes estudiantes (tres hombres y
una mujer) saben que si reprueban ese examen tendrán que repetir el año, por lo
tanto, harán lo que sea para aprobar dicho examen. Así comienza Mala Clase,
obra teatral escrita por Luis Barrales, dramaturgo chileno.
Esta obra deja en evidencia la imperfección
de la educación chilena, retratada en esos cuatro alumnos a punto de salir y la
profesora colapsada por la actitud rebelde y desenfrenada de esos estudiantes
que no esperan nada del futuro, no se preocupa por el estudio y que casi no
adquiere conocimientos válidos y significativos dentro del colegio, pero que
conoce muy bien sobre temas controversiales, tales como el aborto, los tipos de
maltrato y también sobre el suicidio y la discriminación (a propósito del
maltrato). Es un drama tergiversado por
la parodia y la risa, pero que permite entrever una realidad que incluso hoy
está presente en el gremio de profesores y también en los alumnos.
La finalidad de la obra no es otra
que el llamado a pensar y reflexionar sobre lo que ocurre en los colegios chilenos,
por ello, esta obra está orientada a alumnos y docentes, para que ellos mismos,
a través de la observación de esta obra, sean capaces de advertir las falencias
existentes en esta sociedad llena de malas prácticas (que se pueden observar en
todos los ámbitos de la sociedad).
En cuanto al montaje de la obra,
esta fue realizada por Aliocha de la Sotta, la directora, la cual determinó que
no se necesitaba una escenografía muy elaborada para obtener los resultados que
esperaban con la puesta en escena de esta obra, lo cual fue un gran acierto, ya
que no es el escenario, sino los actores quienes le dan verdadera vida a la
obra y le dan el sentido a la misma.
Finalmente, La mala clase, es una
obra magnífica que refleja la realidad de las aulas chilenas y que deja en
evidencia la fragilidad del sistema educativo nacional. Sin duda alguna, Luis
Barrales, fue capaz de llegar a lo más medular del problema educativo,
colocándolo sobre un escenario donde todos fueran capaces de verlo, pensarlo y
reflexionarlo.